Fidelio Ponce (Camagüey, 1895 - La Habana, 1949)
Es uno de nuestros grandes maestros. Matriculó en la Academia de Artes Plásticas de San Alejandro en 1915 y pocos años después abandonó la escuela sin graduarse. Aparece de súbito, cuando en 1934 hizo una primera y sensacional exposición personal en el Lyceum habanero. A partir de esa fecha y hasta su muerte, participó en exposiciones organizadas por la Universidad de La Habana, Círculo de Bellas Artes, Lyceum de La Habana, y en varios Salones Nacionales de Pintura y Escultura, en los que obtuvo premios en 1935 y 1938. Reconocido y apreciado por todos, sus obras formaron parte de importantes muestras colectivas que se expusieron en Nueva York, México, Buenos Aires, República Dominicana y Honduras. Obras suyas se encuentran en la colección del Museo de Arte de Nueva York, en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana y en varias colecciones privadas.
“Artista de genio indiscutible, es de aquellos que plantean una solución personal, una anticipación, un fermento que proporcione la idea de una personalidad en franca maduración” (1), méritos compartidos con Cundo Bermúdez, Carreño, Amelia Peláez, Carlos Enríquez, Víctor Manuel, Mariano, Portocarrero, entre otros, quienes expusieron juntos en la importante muestra 11 Pintores Cubanos, 1946, en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires. “Figura aparte en el modernismo cubano, Fidelio Ponce se instaló en él, de un solo golpe, con obras que fueron definitivas. Con su pintura sin color logró sus piezas más elocuentes”. (2)
(1)Cat.Homenaje a su Centenario.
(2) Ramón Vázquez.
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