Tuesday, December 31, 2013

Los Retratos de Juan Bautista Vermay

 Juan Bautista Vermay
(Retrato al óleo ejecutado por Metcalf)
Juan Bautista Vermay (Tournai, Francia, 1786 –La Habana, 1833)

Pintor de la escuela neoclásica de David. Maestro de la hija de Josefina Beauharnais, Hortensia, futura reina de Holanda, su vida giraba en torno a la órbita de Napoleón Bonaparte. En el Salón de 1808 en París, obtiene una medalla concedida por el Emperador al cuadro María Estuardo, reina de Escocia, recibiendo la sentencia de muerte que acaba de ratificar el Parlamento. En el Salón de 1810, Vermay expone tres cuadros: El nacimiento de Enrique IV, Gabrielle de Vergy y Pierre Fourey es absuelto de la acusación que pesa sobre él. En el Salón de 1812 expone otros tres, también de tema histórico: El descubrimiento del Derecho Romano, Diana de Poitiers y Margarita de Navarra recibiendo de Clemente Marot una balada compuesta para ella. En el Salín de 1814, el último bajo Napoleón, expone tres telas: María Estuardo, La Reina Isabel y San Luis, prisionero en Egipto. Llega a Cuba desde Louisiana en 1815, con cartas de presentación para el Obispo Espada, cuando escapaba a la persecución realista desatada en Francia, luego de la caída de Napoleón. Se dice que Vermay trajo consigo varias copias de obras de Rubens, Murillo y Rafael, que fueron adquiridas por el Obispo, quien además le haría varios encargos de pintura religiosa para los templos habaneros. Espada además, regaló a la localidad de Guaracabulla (Remedios, Las Villas), un lienzo de Vermay. Su principal obra pictórica en la Isla, son las pinturas murales elaboradas para El Templete. Bajo la órbita de Espada y del intendente Alejandro Ramírez, participó en la fundación, y fue el primer director de la Academia de Dibujo y Pintura, posteriormente nombrada San Alejandro.

Juan Bautista Vermay -
Constitución del primer Cabildo de la villa de San Cristóbal de La Habana, 1826
Juan Bautista Vermay -
Familia Manrique de Lara
Juan Bautista Vermay
  Solemne fiesta religiosa oficiada por el Obispo Espada, con motivo de la inauguración del Templete

Miguel Melero Rodriguez

Miguel Melero
Miguel Melero Rodriguez (Havana, 1836 –1907)

He registered at the San Alejandro School in 1850, beginning his studies under the direction of the French artist Lecrerc, and was later a disciple of Mialhe and Hércules Morelli. After Morelli’s death, Augusto Ferrán ―an outstanding sculptor, artist and great draftsman, with whom Melero had studied sculpture―, became the principal of San Alejandro; he continued his studies on colors with Francisco Cisneros, helping his teacher in his studio as an especial concession, doing some of his works. He participated in the Juegos Florales organized by the Liceo de La Habana in 1866 becoming a prizewinner, with the first prize for an oil painting and a second prize for a sculpture. He also got a Golden Medal in another competition for a lithographic work. The following year he was appointed facultative partner of the School and gets his artistic studies in Europe subsidized. He traveled to Spain, Italy and France, residing in Paris, where he took lessons from the masters Cabanel and Gerome as well as from the renowned sculptors Capeau and Falguiere.

Miguel Melero
Retrato de Isabel II


When the first war for Independence broke out in 1868, he returned to Cuba. In 1878, when the principalship of the San Alejandro School felt vacant, he stood for the job and got unanimous approval of the jury for this position, which he held until his death. He tried to accomplish several plans on historical matters, the outlines of which he made, but nothing further. The colonial government’s indifference towards these matters turned Miguel Melero, almost exclusively, into an artist devoted to painting portraits, including the portraits of Captain Generals that were taken out of Cuba when Spain withdrew from the island. With Miguel Melero, began a new period in the history of the plastic arts in Cuba. He had many initiatives in this field, among them, establishing the living model class and allowing women to study in the School.


Miguel Melero
El Juicio Final



His artistic production was huge. Uncounted his numerous portraits, he also reflected in his paintings other matters like still life, history, mythological and religious matters. One of his most significant works is the large-sized painting above the main altar of the chapel at the Cementerio de Colón, with the subject “El Juicio Final (Last Judgment)”. He carried out also several sculptures, among which outstand: a statue of Christopher Columbus, a statue of José Antonio Cortina in the Cementerio de Colón, one of Saint Thomas inside the chapel of the same cemetery, the busts of Zorrilla and Echegaray in the Teatro de la Caridad in Santa Clara city, and a bust of hiss son, Miguel Angel Melero.



Miguel Melero Rodriguez
El Marinero

He received many awards along his career. Among them, he was elected a member of the Cuban Commissions for the exhibitions held Paris in 1878; in Amsterdam in 1880 and in Matanzas in 1881. He was awarded the distinction of Socio de Mérito of the Sociedad Económica de Amigos del País in 1885, and in 1883, the Metropolitan Government awarded him the Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica, in recognition of his services teaching the fine arts.

Miguel Melero Rodriguez
Velero Sobre Aguas Vivas

Juan José Sicre - Suban Sculptor



Juan José Sicre

Juan José Sicre (born Juan José Sicre Velez in 1898 – 1974)[1] was one of the greatest Cuban sculptors. His most famous sculpture is of José Martí y Pérez (1958) (the José Martí Memorial) in the Plaza de la Revolución in Havana.

Sicre graduated from an art academy in Havana in 1919 and earned an art scholarship to go to Europe where he studied in Madrid at the Fine Arts School of San Fernando in and later under Antoine Bourdelle in Paris, returning to Cuba in 1927.[2]

Sicre, along with Gattorno and the painter Victor Manuel introduced European modern art style to Havana, and began Cuba's Modern Art Movement. He regularly contributed to the avant garde magazine, revista de avance, which helped to establish a Cuban national identity in the arts from 1927-1930. Sicre became the professor of sculpture at the Academy of San Alejandro.
He is best known in Cuba for his huge monuments to José Martí, Simón Bolívar, and Victor Hugo, all located in Havana. He also did statues of Eugenio María de Hostos in the Dominican Republic and of Alexandre Sabès Pétion and the Heroes of the Battle of Vertières in Haiti. In the United States he has a bust of John F. Kennedy at the Inter-American Development Bank. He also has in Washington, DC busts of Henry Clay, José Cecilio del Valle and Rubén Darío at the OAS Building. In Gainesville, Florida, there is a bronze head of Martí at the Center of Latin American Studies of the University of Florida. In Caracas, Venezuela, he produced a monument to Rómulo Gallegos.

He was married to Silvia D. Escoubet and their son, Jorge Sicre Escoubet, lived in Cleveland, Ohio and played with the orchestra and his grandson, Jorge Luis Sicre-Gattorno (1958- ), is an accomplished painter in the United States.

Juan José Sicre
Escultura del monumento al soldado Invasor

Juan José Sicre
 Escultura en el Palacio de Bellas Artes

Juan José Sicre
Figura

Juan José Sicre
 Fuente de las Americas

Juan José Sicre
 Isle Erythropel Girona - 1932

Juan José Sicre
 Marti Statue

Juan José Sicre
 Portrait de José Marti

Samuel Feijóo Rodríguez. Escritor y artista cubano.


Samuel Feijóo

Samuel Feijóo Rodríguez. Escritor y artista cubano. Fue conocido por su poesía y su narrativa, así como por su trabajo como dibujante y pintor.
Nació en San Juan de las Yeras el 31 de marzo de 1914. Fue, sin dudas, el personaje más versátil de la cultura cubana del siglo XX.

De formación autodidacta, Samuel Feijóo comenzó a escribir y a publicar sus primeras narraciones y poemas con solo catorce años y ya se podía apreciar su inclinación por la recopilación y el estudio de narraciones populares.

En 1924 su familia se trasladó a La Habana, ciudad en la que completó sus estudios primarios en el colegio-internado Gertrudis Gómez de Avellaneda, en Jesús del Monte, y luego, en el colegio presbiteriano de La Habana, donde aprendió inglés. Alcanzó el tercer año de bachillerato en el Instituto de La Habana.

 Trayectoria profesional

Alrededor de 1930 comenzó a escribir sus primeros libros de poesía y narrativa, los cuales no publicaría hasta varios años más tarde. Sin embargo, colaboró asiduamente con varias revistas. 

Samuel Feijoo - El Festin

En 1943 conoció a su gran amigo Robert Altman y junto a Salomón Lerner integró un grupo que tenía como centro la pintura. Dos años más tarde viajó a los Estados Unidos y permaneció allí durante seis meses. Trabajó primeramente en una fábrica de corbatas, en labores de diseño y luego en igual función en una fábrica de muebles, donde participó en una huelga por reivindicaciones laborales. Fue expulsado de la fábrica y enfermó de pulmonía. Durante este viaje logró perfeccionar su inglés y tradujo obras de Poe, Whitman, Elliot, Lawrence, Santillana.

Al regresar a Cuba se radicó en la casa de sus padres, quienes desde 1934 se habían trasladado a Cienfuegos. Durante esta etapa conoció a muchos de los integrantes del grupo Orígenes y publicó algunos poemarios suyos como Camarada celeste 1944, Aventuras con los aguinaldos 1947 y Beth-el 1949, entre otros. 

Samuel-Feijoo-Musicos

En 1950 obtuvo la segunda Mención Honorífica en el Concurso Hernández Catá, con su cuento Alzamiento. En ese año fundó la revista Ateje, cuya existencia sería efímera por no contar con recursos económicos que le permitieran sostenerla. Conoció a Cleva Solís, con quien desarrolló una larga y hermosa amistad, y al pintor Jean Dubuffet. En esta etapa inició su colaboración con algunas de las más relevantes revistas cubanas, donde aparece recogida parte de su obra crítica y poética. Hacia finales de esta década publicó nuevos poemarios e inició su importante labor editorial en la Universidad Central de Las Villas "Martha Abreu", la cual comprende una gestión de publicación de libros y revistas que marcan un hito en esa dirección en la historia cultural. 

Samuel-Feijoo-Indio


La década del sesenta marcó una actividad casi febril de Feijóo, que lo consolida como una de las voces indispensables de la intelectualidad cubana. Al tiempo que publicó sin cesar poemarios, antologías de cuentos y tradiciones populares, o realizó exposiciones de sus creaciones pictóricas, mantuvo su labor al frente de la editorial universitaria, de las revistas que dirigía y viajó por varios países de Europa y Asia. En las décadas que siguientes recibió numerosas condecoraciones y premios literarios. La Gaceta de Cuba le dedicó en 1974 un número especial por su sesenta cumpleaños.

Su extensa obra poética tiene, entre sus temas fundamentales, la belleza y el encanto del paisaje rural, así como una reflexión permanente sobre el ser humano y sus relaciones con el mundo. Sus textos poéticos alcanzan una gran intensidad, reconocida por algunas de las más prestigiosas voces de la cultura cubana; entre ellas las de Cintio Vitier y Virgilio Piñera. Estuvo vinculado al grupo Orígenes y fue colaborador asiduo de su revista. 

Samuel-Feijoo-Paisaje-de-San-Vicente
  Su obra narrativa está marcada igualmente por el ámbito rural, las tradiciones y el folclor campesino, así como por la mitología afrocubana. Destaca significativamente su novela Juan Quinquín en Pueblo Mocho (1964), llevada al cine unos años después, así como el volumen de relatos Cuentacuentos, que le valiera el Premio de Cuento Luis Felipe Rodríguez, de la UNEAC en 1975.

Posee una obra ensayística apreciable, en la que se destacan sus estudios sobre poesía cubana, fundamentalmente los dedicados al estudio y evolución de formas poéticas como la décima y el soneto.

Fue un estudioso apasionado del folclor cubano, tema que lo llevó a recorrer campos, pueblos y bateyes en busca de mitos, leyendas y tradiciones populares. Relevante es su recopilación de dicharachos, trabalenguas, refranes, adivinanzas, cuartetas, décimas antiguas e historias de campos, fruto de su laboriosidad etnológica. A ese afán, se deben textos sumamente valiosos e imprescindibles para el estudio de la cultura popular en Cuba, entre ellos El negro en la literatura folklórica cubana (1980), Mitología cubana (1980) y Mitología americana (1983).

Desde los años 40, se inició en la pintura, que tiene como tema fundamental el paisaje rural. Utiliza con frecuencia la acuarela por considerarla el medio exacto para lograr las "transparencias deliciosas del paisaje cubano", aunque su obra abarca óleos, temperas, dibujos, aguafuertes, caligramas, monotipias, entre otras técnicas. Participó en numerosas muestras colectivas, entre ellas 50 Años de la Revista de Avance, en el Museo Nacional de Bellas Artes (Cuba) en 1977; la I Bienal de La Habana en 1984; Künstler aus Kuba, en la Galerie Junge Künstler de Berlin en 1986 y Maestros de la Pintura Cubana, en el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño de La Habana en 1991. En 2008 el Museo Nacional de Bellas Artes (Cuba) de Cuba organizó una gran retrospectiva de su obra plástica que, bajo el titulo de Un sol desconocido, reunió cincuenta y dos obras de sus diferentes etapas creativas.

Fundó y dirigió las revistas Islas 1958-1968 y Signos 1969-1985, en las que la plástica ocupó un lugar representativo y en las que desarrolló una importante labor editorial y de difusión de la cultura popular. Ejerció el periodismo en rotativos como El Mundo y Juventud Nacionalista, y colaboró con notables revistas culturales, entre ellas Bohemia, Carteles y Orígenes.

 Muerte

Falleció el 14 de julio de 1992 en La Habana, en el Hospital Calixto García. Fue sepultado el 15 de julio en la Necrópolis de Colón. [1]

 Distinciones, reconocimientos y condecoraciones

En 1989 fue trasladado a Cienfuegos por su hija. Allí se organizó un Homenaje y Coloquio Nacional por su setenta y cinco cumpleaños, donde recibió el reconocimiento de la Universidad Central de Las Villas.

Entre otras distinciones y reconocimientos, recibió la Orden Por la Cultura Nacional, en 1981; la Medalla Alejo Carpentier, en 1982; y la Orden Félix Varela del Consejo de Estado de la República de Cuba, en 1990.

En el extranjero fue merecedor de la Medalla del Mérito Cultural, de Polonia; la Medalla 1 300 Años, de Bulgaria y la Medalla 60 Aniversario de la Liberación, de Mongolia. Fue acreedor a las condecoraciones siguientes:
1.Por la Cultura Nacional, 1981
2.Medalla del Mérito Cultural, Polonia, 1981
3.Medalla Alejo Carpentier, 1982
4.Medalla Félix Elmuza, 1984
5.Medalla de 1300 Años de Bulgaria, 1985
6.Medalla Raúl Gómez García, Medalla del XXX Aniversario del levantamiento del 5 de septiembre, Cienfuegos, 1989
7.Orden Félix Varela, 1990
8.Medalla 60 Aniversario de la Liberación, Mongolia.

Llevan su nombre en Santa Clara la Escuela Profesional de Arte y la Casa de Investigaciones que, inaugurada en abril de 1995, realiza, promueve y coordina la labor investigativa relacionada con la cultura de la provincia, a la vez que trabaja en la profundización de los estudios vinculados a la vida y obra de Samuel Feijóo.

  
 Referencias
1.↑ Samuel Feijóo. Cronología. Disponible en: http://www.cubaliteraria.com/autor/samuel_feijoo/cronologia.htm. Consultado el 4 de enero de 2013.

Enlaces externos
 Datos generales Samuel Feijóo Rodríguez. Disponible en: "www.cenit.cult.cu". Consultado: 11 de octubre de 2011.
 Artículo La labor editorial de Samuel Feijóo en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (1958-1968). María del Carmen Rodríguez Fernández (Fragmentos). ISLAS #45(135):117-144; enero-marzo, 2003. Disponible en: "www.cenit.cult.cu". Consultado: 11 de octubre de 2011.

Enlace interno
 Artículo Casa Natal Samuel Feijóo (San Juan de los Yeras). Disponible en: "www.ecured.cu". Consultado: 11 de octubre de 2011.

Fuente
Artículo Samuel Feijoó Rodríguez. Disponible en: "www.cubanosfamosos.com". Consultado: 10 de octubre de 2011.
Artículo Samuel Feijóo

Flavio Garciandía - an indispensable figure in the ISA



Flavio Garciandía,  
Flavio Garciandía

Cuban born in  1954, currently resides in Mexico

 Far from being merely an aesthetic revolt, the successive waves of new Cuban art after the 1981 Volumen I exhibition transformed—not without conflict—the institutional and theoretical paradigms about the function of art and its place in Cuban society. Their still-unexplored contribution to the Cuban creative economy increased after 1990: Cuban art became an exportable commodity, growing almost as popular in the United States as the legendary tobacco discovered by Christopher Columbus.

 This assault on institutional art extended to the academies—a strategy that guaranteed the continuation of these new cultural attitudes. The Visual Arts Faculty at the Superior Institute of Art (ISA), founded in 1976, became the eye of the hurricane. 
Flavio Garciandía - Retrato de Zaida

 Flavio Garciandía was an indispensable figure in the ISA. His encyclopedic knowledge of art, his straightforward criticism of students’ work, the energy he invested in redesigning the curriculum, and the example of his own art, endowed him with a profound, if spontaneous, air of authority among students and colleagues alike. Beginning with his photorealist period, Garciandía’s intense body of work reveals the concerns, poetics, and dynamics of Cuban art in general, in such icons as Todo lo que necesitas es amor (All You Need is Love, 1975, MNBA); Catálogo de Formas Malas (Catalog of Bad Forms, 1982); his 1984 series based on proverbs; and the installations at Castillo de la Real Fuerza in Havana (1989).

 Garciandía’s art implies the symbolic reconstruction of Cuba as a fusion of intercultural spaces, without the ethnic-historical ghettoization proclaimed by North American multiculturalism in response to the crisis of the white European canon. Among his more lasting contributions to Cuban art are his emphasis on the visual elements of urban culture, and the unfinished, work-in-progress character of “identity” (as opposed to the stereotyped images of rural Cuban life); the creative recycling of kitsch, rather than its death, imposed by official decree; the use of postmodern language as an antidote to the conceptual fatalism implied by mainstream/periphery dichotomy; and the empowerment of a scavenging, cannibalistic spirit—feeding freely on foreign avant-gardes for one’s own purposes—among Cuban artists.

 The name of the Venetian traveler in the title links this work, El segundo viaje de Marco Polo (The Second Voyage of Marco Polo) with El síndrome de Marco Polo (The Marco Polo Syndrome), a piece that Garciandía created in 1986. The reference is a pretext for reflection on the concepts of the local and the universal, on intercultural relationships, and on the “digestive” or cannibalistic capacity of Third World artistic communities—subjected, through the weakness of their cultural industries (not lack of creativity), to subjugation and validation in the art markets of the First World.

 In its debut exhibition, El Segundo Viaje… was surrounded by live plants and flowerpots of “Chinese” design: a tropical jungle, a cocktail of visual references extracted from political icons, Cuba’s urban subcultures, and the European and North American art canon, all frenetically mixed at a high temperature. This carnivalesque motif introduces a point of view firmly situated in Cuba, from which all other cultural traditions are observed at a distance. The style of Jackson Pollock—emblem of Western artistic freedom during the Cold War—has been recycled, with humor, into a warm, vibrant background. The hammers and sickles, symbols of communism, have been transformed into anthropomorphic creatures. That expressive tool of ornamental kitsch, glitter—known in Cuba as “snow dust”—delineates, against the light, the aggressive outlines of the Miami-style decorative plants, arranged side by side with Malevich’s Suprematist abstractions. El Segundo Viaje… offers an original take on the trophies brought home by the traveler after a voyage around the world. In this case, the souvenirs come from different artistic movements—from sources of visual culture both “high” and “low,” from the East as well as the West, processed according to the will, utopian and ironic, of a Cuban artist.

Flavio Garciandía

Flavio Garciandía

Flavio Garciandía


References: Cited catalogue.

—Abelardo Mena Chicuri