José Bofill: pintor y guardián de nuestro patrimonio |
Escrito por María del Carmen Díaz Díaz |
Viernes, 28 de Diciembre de 2007 08:35 |
Tomado de TV Santiago
En igual fecha pero de 1862 nació en esta ciudad suroriental, el pintor y patriota , quien se convertiría en un destacado promotor de las artes y en un celoso guardián de nuestro patrimonio cultural. Desde pequeño se evidenció su vocación por la pintura, manifestación artística en la que tuvo como primer y único maestro a Antonio Vallejo. Tras graduarse en Contabilidad laboró durante varios años en la Empresa de Gas, mientras impartía clases particulares de dibujo. A los 24 años de edad impulsó la idea de fundar el Club Náutico de Santiago de Cuba. La institución se convirtió en centro de conspiraciones al influjo de la segunda guerra independentista contra el colonialismo español, iniciada en 1895.
En igual fecha pero de 1862 nació en esta ciudad suroriental, el pintor y patriota José Bofill Cayol, quien se convertiría en un destacado promotor de las artes y en un celoso guardián de nuestro patrimonio cultural. Desde pequeño se evidenció su vocación por la pintura, manifestación artística en la que tuvo como primer y único maestro a Antonio Vallejo. Tras graduarse en Contabilidad laboró durante varios años en la Empresa de Gas, mientras impartía clases particulares de dibujo.
A los 24 años de edad impulsó la idea de fundar el Club Náutico de Santiago de Cuba. La institución se convirtió en centro de conspiraciones al influjo de la segunda guerra independentista contra el colonialismo español, iniciada en 1895. José Bofill fue detenido y después de un período de incomunicación, el 22 de abril de 1897, fue liberado con la advertencia de que abandonara inmediatamente el país. Comenzó así una etapa difícil pero decisiva en su vida. Pasó directamente a Haití, donde dibujó tarjetas a plumilla con las efigies de Martí y Maceo, que fueron adquiridas por la emigración. Luego viajó a Costa Rica y finalmente a Nueva York. En esta ciudad norteamericana enseñó pintura, dibujo y diseñó edificios y monumentos, como por ejemplo la primera tumba de José Martí y el medallón del panteón erigido a Federico Capdevila, defensor de los estudiantes de Medicina fusilados por los españoles. En esta etapa resalta, en su labor creativa, los retratos realizados a las figuras cimeras de la independencia, que fueron sorteados o vendidos por las delegaciones del Partido Revolucionario Cubano para engrosar sus fondos económicos. En mayo de 1898 regresó a Santiago de Cuba y es nombrado por el alcalde Don Emilio Bacardí, como director del museo creado por éste, y que resultó ser el primero fundado en el país. Bofill presidió la sección de artes plásicas del Ateneo de la ciudad y promovió muchas actividades culturales, junto a destacadas personalidades de la intelectualidad santiaguera. A partir de 1912 integró la Academia Nacional de Artes y Letras, y asistió como delegado al Congreso Nacional de Arte en 1930. Fue distinguido con la medalla de oro de las Sociedades Marinas Cubanas, y posteriormente, se le otorgó el grado de almirante de la orden del mérito náutico. Asimismo fue miembro de la Asociación Artística de Oriente. Además de su obra pictórica y de su labor como museólogo, incursionó en el arte del modelado. Después de su retiro, fue nombrado Director Honorario del museo Emilio Bacardí y de la biblioteca Elvira Cape. José Bofill Cayol murió el 20 de octubre de 1946. Hoy, muy merecidamente lleva su nombre, la réplica de un callejón santiaguero de la época colonial diseñado por él, que se exhibe a un lateral del museo. Sin embargo los santiagueros estamos en deuda con su memoria. Su vasta obra, merece de las generaciones actuales un reconocimiento mayor, por su aporte a las artes plásticas y a la protección de nuestro acervo cultural. |
Última actualización el Jueves, 03 de Enero de 2008 11:36 |
En igual fecha pero de 1862 nació en esta ciudad suroriental, el pintor y patriota José Bofill Cayol, quien se convertiría en un destacado promotor de las artes y en un celoso guardián de nuestro patrimonio cultural. Desde pequeño se evidenció su vocación por la pintura, manifestación artística en la que tuvo como primer y único maestro a Antonio Vallejo. Tras graduarse en Contabilidad laboró durante varios años en la Empresa de Gas, mientras impartía clases particulares de dibujo.
A los 24 años de edad impulsó la idea de fundar el Club Náutico de Santiago de Cuba. La institución se convirtió en centro de conspiraciones al influjo de la segunda guerra independentista contra el colonialismo español, iniciada en 1895. José Bofill fue detenido y después de un período de incomunicación, el 22 de abril de 1897, fue liberado con la advertencia de que abandonara inmediatamente el país. Comenzó así una etapa difícil pero decisiva en su vida. Pasó directamente a Haití, donde dibujó tarjetas a plumilla con las efigies de Martí y Maceo, que fueron adquiridas por la emigración. Luego viajó a Costa Rica y finalmente a Nueva York. En esta ciudad norteamericana enseñó pintura, dibujo y diseñó edificios y monumentos, como por ejemplo la primera tumba de José Martí y el medallón del panteón erigido a Federico Capdevila, defensor de los estudiantes de Medicina fusilados por los españoles. En esta etapa resalta, en su labor creativa, los retratos realizados a las figuras cimeras de la independencia, que fueron sorteados o vendidos por las delegaciones del Partido Revolucionario Cubano para engrosar sus fondos económicos. En mayo de 1898 regresó a Santiago de Cuba y es nombrado por el alcalde Don Emilio Bacardí, como director del museo creado por éste, y que resultó ser el primero fundado en el país. Bofill presidió la sección de artes plásicas del Ateneo de la ciudad y promovió muchas actividades culturales, junto a destacadas personalidades de la intelectualidad santiaguera. A partir de 1912 integró la Academia Nacional de Artes y Letras, y asistió como delegado al Congreso Nacional de Arte en 1930. Fue distinguido con la medalla de oro de las Sociedades Marinas Cubanas, y posteriormente, se le otorgó el grado de almirante de la orden del mérito náutico. Asimismo fue miembro de la Asociación Artística de Oriente. Además de su obra pictórica y de su labor como museólogo, incursionó en el arte del modelado. Después de su retiro, fue nombrado Director Honorario del museo Emilio Bacardí y de la biblioteca Elvira Cape. José Bofill Cayol murió el 20 de octubre de 1946. Hoy, muy merecidamente lleva su nombre, la réplica de un callejón santiaguero de la época colonial diseñado por él, que se exhibe a un lateral del museo. Sin embargo los santiagueros estamos en deuda con su memoria. Su vasta obra, merece de las generaciones actuales un reconocimiento mayor, por su aporte a las artes plásticas y a la protección de nuestro acervo cultural. |
Última actualización el Jueves, 03 de Enero de 2008 11:36 |
Escrito por María del Carmen Díaz Díaz |
Viernes, 28 de Diciembre de 2007 08:35 |
Tomado de TV Santiago
En igual fecha pero de 1862 nació en esta ciudad suroriental, el pintor y patriota , quien se convertiría en un destacado promotor de las artes y en un celoso guardián de nuestro patrimonio cultural. Desde pequeño se evidenció su vocación por la pintura, manifestación artística en la que tuvo como primer y único maestro a Antonio Vallejo. Tras graduarse en Contabilidad laboró durante varios años en la Empresa de Gas, mientras impartía clases particulares de dibujo. A los 24 años de edad impulsó la idea de fundar el Club Náutico de Santiago de Cuba. La institución se convirtió en centro de conspiraciones al influjo de la segunda guerra independentista contra el colonialismo español, iniciada en 1895.
En igual fecha pero de 1862 nació en esta ciudad suroriental, el pintor y patriota José Bofill Cayol, quien se convertiría en un destacado promotor de las artes y en un celoso guardián de nuestro patrimonio cultural. Desde pequeño se evidenció su vocación por la pintura, manifestación artística en la que tuvo como primer y único maestro a Antonio Vallejo. Tras graduarse en Contabilidad laboró durante varios años en la Empresa de Gas, mientras impartía clases particulares de dibujo.
A los 24 años de edad impulsó la idea de fundar el Club Náutico de Santiago de Cuba. La institución se convirtió en centro de conspiraciones al influjo de la segunda guerra independentista contra el colonialismo español, iniciada en 1895. José Bofill fue detenido y después de un período de incomunicación, el 22 de abril de 1897, fue liberado con la advertencia de que abandonara inmediatamente el país. Comenzó así una etapa difícil pero decisiva en su vida. Pasó directamente a Haití, donde dibujó tarjetas a plumilla con las efigies de Martí y Maceo, que fueron adquiridas por la emigración. Luego viajó a Costa Rica y finalmente a Nueva York. En esta ciudad norteamericana enseñó pintura, dibujo y diseñó edificios y monumentos, como por ejemplo la primera tumba de José Martí y el medallón del panteón erigido a Federico Capdevila, defensor de los estudiantes de Medicina fusilados por los españoles. En esta etapa resalta, en su labor creativa, los retratos realizados a las figuras cimeras de la independencia, que fueron sorteados o vendidos por las delegaciones del Partido Revolucionario Cubano para engrosar sus fondos económicos. En mayo de 1898 regresó a Santiago de Cuba y es nombrado por el alcalde Don Emilio Bacardí, como director del museo creado por éste, y que resultó ser el primero fundado en el país. Bofill presidió la sección de artes plásicas del Ateneo de la ciudad y promovió muchas actividades culturales, junto a destacadas personalidades de la intelectualidad santiaguera. A partir de 1912 integró la Academia Nacional de Artes y Letras, y asistió como delegado al Congreso Nacional de Arte en 1930. Fue distinguido con la medalla de oro de las Sociedades Marinas Cubanas, y posteriormente, se le otorgó el grado de almirante de la orden del mérito náutico. Asimismo fue miembro de la Asociación Artística de Oriente. Además de su obra pictórica y de su labor como museólogo, incursionó en el arte del modelado. Después de su retiro, fue nombrado Director Honorario del museo Emilio Bacardí y de la biblioteca Elvira Cape. José Bofill Cayol murió el 20 de octubre de 1946. Hoy, muy merecidamente lleva su nombre, la réplica de un callejón santiaguero de la época colonial diseñado por él, que se exhibe a un lateral del museo. Sin embargo los santiagueros estamos en deuda con su memoria. Su vasta obra, merece de las generaciones actuales un reconocimiento mayor, por su aporte a las artes plásticas y a la protección de nuestro acervo cultural. |
Última actualización el Jueves, 03 de Enero de 2008 11:36 Ejemplares de su trabajo: |
No comments:
Post a Comment